El autor: Omar Ojanama

martes, 23 de febrero de 2010

Tratando de tapar la brecha

Desde que estudio teología en la Universidad Peruana Unión, he visto esa "aparente" brecha en cuanto al área práctica (trabajo de campo distrital) y el área académica (trabajo bíblico-exegético-erudito) en el ministerio del pastor, en otras palabras, la larga pugna entre teoría y práctica. Se empezaba a escuchar entre compañeros y algunos profesores que cuando el alumno se graduaba y era llamado a trabajar en algún aspecto de la obra--
distrito-capellanía-colportaje, etc--los conocimientos teológicos adquiridos en las aulas no servían de mucho. Por no decir, de nada. Y es que el hebreo, griego, el trabajo de exegesis, las bibliografías y otras cosas distaban mucho de ser parte del continuo trabajo del pastor distrital, quien se enfoca en sus blancos de diezmos y bautismos, visitación pastoral y capacitaciones.


Ahora, al trabajar como alumno en la facultad de teología, he visto un poco de esa "aparente" brecha en los mismos pastores que cursan sus cursos de pos-grado. Cierto es que han pasado tantos años en sus respectivos distritos, pastoreando y motivando a las comunidades adventistas para cumplir la misión de Cristo, y al cursar sus estudios de pos-grado en la Universidad, se sentían un poco como extranjeros en una tierra en que sólo se habla de exégesis, hermeneutica, formato Turabian, hebreo, griego, critica textual, cuando su vocabulario habitual consiste de bautismos, grupos pequeños, evangelismo, diezmos, semana de cosecha, etc.

Pero existe un grave desequilibrio, principalmente en algunos alumnos de nuestra facultad, en querer divorciar la teología del trabajo pastoral; yo mismo caí en eso algún tiempo. Las clases en la universidad nos ofrecen las herramientas necesarias para profundizar en el texto bíblico--o sea, el hebreo, el griego, la hermenéutica, trasfondo bíblico--y exponerlo a la iglesia en un lenguaje sencillo y claro. Pero hacer eso un fin en sí mismo, es errar el blanco. El ejemplo humano más claro en cuanto a la labor teológico-pastoral de un ministro es el apóstol Pablo. Él fue un incansable misionero, un siervo de Dios de armas tomar; sin embargo, no descuidó su preparación teológica, y sus escritos forman la base de lo que ahora en los circulos eruditos se conoce como "Teología del Nuevo Testamento".

Quien no se ha emocionado al leer y estudiar las magistrales obras paulinas como la epístola a Romanos, 1 Corintios, Gálatas, Hebreos (aunque el mundo académico no reconoce ésta última como paulina)!!; eso es testimonio de la obra del Espíritu Santo en un cristiano comprometido con la obra. Pero la "aparente" brecha entre teoría y práctica, academia y pastoral, sigue entre nosotros. Y digo "aparente"porque nosotros lo hemos hecho así. La solución sugerente estaría en integrar lo que aprendemos en la aulas en el trabajo pastoral. Leer material teológico, hacer exégesis, preparar sermones, deben ser usados para la gloria de Dios y la salvación de las almas.
La brecha dejará de ser cuando realmente usemos la teología en el proceso de evangelizar y discipular al pueblo de Dios.

Para terminar, al conversar con algunos de nuestros pastores y líderes que llevaron cursos de pos-grado, manifiestan su compromiso y alegrai al retornar a su trabajo distrital, pues disfrutan de la comunión con los hermanos de la iglesia, y la satisfacción de llevar almas a Cristo; pero también han salido satisfechos al haber profundizado en el texto bíblico, y haber extraído lecciones asombrosas y prácticas para la vida cristiana. Depende de nosotros como siervos de Cristo la tarea de profundizar en las riquezas de la Palabra de Dios, en el despacho o el estudio de teología, para luego salir y compartir esos descubrimientos con la Iglesia. Al fin y al cabo, Dios no nos mandó únicamente a leer teología, sino a predicar el Evangelio.




















2 comentarios:

  1. Sólo aportar que lo mejor es hallar el equilibrio... y Felicitaciones por redactar y publicar, es una de las falencias hoy por hoy, muy pocos sabemos redactar y publicar, sigue así. Éxitos!

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  2. Estimado hermano, veo que estás cada vez mas volviendo al redil, como dice el comentario anterior, tenemos que hallar el equilibrio y vas por buen camino, sigue aprendiendo y sobre todo con espiritu de humildad. Recuerda, de gracia recibiste, da de gracia... Adeu!!!

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